Comedia en la que un camionero de Texas se convierte en el mejor roadie de los grupos de rock & roll en gira. Welcome to the 80s, o al nulo interés en la búsqueda de nuevas formas significativas, refinamiento o sutileza, tanto en el cine como en el rock. Lo único a favor que se puede decir es que no es un arte pretensioso. Pese a que Alan Rudolph entra de lleno en esta mecánica, no puede negarse cierta autocrítica al mundo del rock (estrellas y groupies) y una simpleza en el sentido del humor cuando el protagonista recurre a arreglos caseros para solucionar los problemas.