Drama en el que una mujer casada con sus hijos abandona a su marido en un pueblo ficticio del norte de Argentina. El cortometraje tiene la concisión de un cuento. Hace casi al pasar una certera pintura del pueblo y del ambiente patriarcal en que se mueven los personajes. Tal es así que no necesita de agregados o contracciones del guión para justificar la huida de la mujer. El estilo visual de cartoon y la fotografía quemada descolocan un poco al principio. Es como si Martel intentara sacarse todos los hábitos visuales manieristas de una vez por todas con este film.