Drama en el que una empleada doméstica que trabaja en una casa donde unos jóvenes estudian Das Kapital (1867) de Marx en Buenos Aires. Moreno vuelve a explorar, como en El custodio (2006), la convivencia de dos mundos en un mismo espacio. Pero esta vez el registro casi documental del film (el desplazamiento y las actividades domésticas de la protagonista) choca con la dinámica ficcional de la lectura de los textos de Marx en una operación que destila cierta perversión intelectual. El punto alto de la película es la inclusión de la música de Claude Debussy sobre el final que logra expresar toda la contención emocional y afectiva del relato.