Drama en la que un exitoso abogado recibe un balazo en la cabeza y debe comenzar de nuevo a hablar, caminar y trabajar en New York. Los relatos de aprendizaje son siempre efectivos para el cine. Pero las intenciones moralizantes del guión de J.J. Abrams respecto al cambio de actitud del protagonista sólo pueden generar risa. Carecen de todo rigor crítico.