Psycho thriller en el que un gigoló mata mujeres para robarles y comérselas en una ciudad de un país no identificado (el film fue rodado en Italia con los nombres de los personajes en inglés). El arranque es genial en su forma de combinar la ironía (el bife de nalga que come) con el gore a gran escala (la mutilación). Pero después la película se estanca en las bromas repetitivas de las noticias de la televisión que generan los cambios de look del protagonista y en las deformaciones de sus clientas. La muerte a palazos y la cabeza en el microondas animan las secuencias de asesinatos.