Drama criminal que entrecruza tres historias de gangsters en Los Angeles. Los principales atributos de la película yacen en la frescura y musicalidad de los diálogos y en las inolvidables canciones de la banda sonora. Estos dos elementos dan relieve a una ingeniosa estructura narrativa. De las tres líneas narrativas podemos decir que la primera es la más elaborada y su resolución escapa al efectismo, que la segunda es la más floja por sus giros tan inesperados como inverosímiles, y que la tercera, divididas en dos partes, se excede en la duración. Tarantino recurre a un pastiches de referencias que van de los contrapicados de Orson Welles, las fragmentaciones de Godard, los travellings circulares de Brian De Palma a los fundidos en negro de Jarmusch, con un asumido desparpajo. La violencia graciosa y de juguete se queda lejos impactar. Incluso De Palma fue más lejos en un par de detalles de Scarface (1983) o Body Double (1984). El debate sobre la independencia de este tipo de cine carece de sentido.