Historias de amor paralelas de dos poetas ficticios de la época victoriana en Inglaterra y dos profesores que investigan su correspondencia en la actualidad. Adaptación de la novela de A. S. Byatt (1990). A partir de la investigación de la pareja protagonista, la película funciona como una especie de cuento de misterio que recorre en el presente los mismos lugares que sus antecesores pasaron en la Inglaterra de 1859. De allí que se establesca una atractiva correspondencia entre dos épocas diferentes, la literatura (como originalidad y reconstrucción) y el amor (como autenticidad y abandono). La historia de Gwyneth Paltrow y Aaron Eckhart está bien llevada hasta la inevitable pelea. Pero la de Jeremy Northam y Jennifer Ehle deja las emociones más extremas fragmentadas. De más está decir que hay una subtrama de coleccionistas de arte que intentan mal tomar posesión de los originales. La contradicción del film es que a fin de cuentas los poetas ficcionales optan por no revelar la historia de los amantes, al revés de la película, por más que no se muestre la última carta. Possession supone un cambio de aire para Neil LaBute que puede interpretarse como un ingreso decoroso y progresista a la gran industria de Hollywood.