Cuento de terror en el que una mujer casada y con un hijo abandona a su esposo en beneficio de un monstruo que esconde en un departamento abandonado de Berlin. Zulawski realiza su primer film en inglés y visualmente luce mucho más aplomado que sus anteriores películas. Aunque no más sea por el uso de la steadicam en las escenas de exteriores. El tono de las actuaciones, los constantes cambios de comportamiento y la tendencia simbólica de la historia la hacen difícil de ver como un film de terror. No responden a los cánones o el verosímil habitual del género. Pero el uso de la banda sonora, los estilismos visuales, las derivaciones lovecraftianas y las explosiones de violencia no dejan duda de su pertenencia. De hecho no está tan lejos de David Cronenberg, en particular de The Brood (1979), aunque sin el rigor y la contención del canadiense. El comportamiento dual de los personajes casi se da por contagio, no sólo en la pareja protagonista y su dobles, sino en los personajes secundarios también.