Cuento de terror en la que una familia se muda a una casa en Illinois. Remake de Poltergeist (1982). Kenan nos quiere hacer sentir dentro de la familia, ya desde la primera escena, el problema es que los personajes que no son muy agraciados. Sam Rockwell hace chistes preparados para otra película. El personaje de la adolescente es tan repelente como simplistamente definido (el celular). Si la presencia de efectos especiales para representar las fuerzas demoníacas ya era un obstáculo en el original, aquí no hay chance. Hay una exterioridad del horror. Uno había pensado que con Carrie (2013) la ola de remakes de films de terror de los 70 y 80s había terminado. Pero no, aún con el crédito de Evil Dead (2012). La historia es más o menos la misma, el guión acentúa las dificultades económicas de la familia. Hasta lo del cementerio indio sigue en pie. Incluso el rostro de pequeña tiene algunas similitudes con Heather O’Rourke. Para cuando los investigadores paranormales se hacen dueños de la función ya no queda esperanza. Película de terror para toda la familia. Y el problema no está en el tono inocentón o la ausencia truculencia, sino en los valores hipócritas que hace que sostiene.