Mezcla de policial e historia de amor en la que un hombre casado escapa de Paris con una chica buscada por unos asesinos a sueldo. Desde el vamos Godard asume que la competencia del amor es desigual. Su film es una especie de blanqueo de consciencia, y de paso, también de pantalla. Con esta película entendemos su concepto de aventura, de comedia y de musical, a partir de momentos impagables como la pelea al poner gasolina al auto, la canción sobre la línea de la mano y la discusión con el hombre que maneja el bote.