Cuento de misterio en el que tres estudiantes y una profesora de un colegio desaparecen durante un picnic a las montañas en Victoria, Australia en el año 1900. Adaptación de la novela de Joan Lindsey. El film es tan hermoso como enigmático. La combinación de una fotografía luminosa, chicas virginales y música clásica (Bach, Mozart, Beethoven, Tchaikovsky) tiene una perturbadora belleza que refleja tanto el ambiente represivo de la época como la pérdida de la inocencia. Como Antonioni, Weir no busca no quiere resolver el enigma o entender lo fantástico, sólo quiere representarlo.