Un grupo de peces de colores abren la boca en un acuario. Martel elige uno de los ámbitos preferidos de su cine, el agua, para realizar un cortometraje tan simple como hipnótico. La música y las voces de Juana Molina resultan tan bellas como extrañas. El film fue parte del festival español de cortometrajes online Notodo Filmfest.