Thriller sobrenatural en el que una médium asistente personal de una celebridad en Paris empieza a ser acosada por mensajes de texto de un desconocido en su celular. Luego de Clouds of Sils Maria (2014), Assayas continúa su sociedad con Kirsten Stewart con un producto de género que es difícil de encasillar. Como en sus otras películas de género, Demonlover (2002) y Boarding Gate (2007), el film escapa a los caminos fáciles. La trama no se preocupa demasiado en dar explicaciones sobre el reciente pasado trágico de la protagonista o el vínculo de la historia de fantasmas con los mensajes de texto que recibe. Las coordenadas del género no están del todo delimitadas y por momentos juega en un terreno demasiado resbaladizo. Pero el costado sobrenatural de la historia cobra sentido cuando nos damos cuenta que la protagonista es el fantasma de la celebridad para la que trabaja (a la que solamente vemos en una escena). La sensación de amenaza nunca es muy concreta, pero la secuencia del viaje idea y vuelta de París a Londres resulta muy efectiva. Los mensajes de texto comprometen la construcción del dispositivo visual por la repetición de planos, pero Assayas acierta al resolver la secuencia en completo silencio. El film efectúa un progresivo desprendimiento de la imagen hacia sus componentes elementales que termina conectando con Fin août, début septembre (1998), otro film de Assayas sobre la pérdida y la constatación de la pérdida.