Drama en el que una actriz que deja de hablar y la enfermera que la cuida se van a una casa cercana a la playa en Suecia. Además de ser uno de sus más ricos estudios de personajes y de ser una película paradigmática de la modernidad cinematográfica, el film es uno de los más experimentales de Bergman. El enigmático montaje de imágenes del principio, el fuera de foco a la mitad de la película, la escena de la actriz en primer plano con la enfermera como ella y la última charla en la que el plano se desdobla dan testimonio de ello. La historia de sexo que la protagonista cuenta en la playa es uno de los momentos más eróticos de toda la filmografía de Bergman.