Spaghetti western en el que un pistolero llega a un pueblo dividido por dos bandas criminales en la frontera de México y los Estados Unidos en el siglo XIX. La película que inició el subgénero se apoya en la irresistible combinación de las posturas de antihéroe de Clint Eastwood, la música de Ennio Morricone y la voluntad de redefinición de Sergio Leone de las escenas de duelo (el uso de los primeros planos y los detalles). La trama es un desvergonzado plagio de Yojimbo (1961) de Akira Kurosawa o una nueva adaptación no acreditada de la novela Red Harvest (1929) de Dashiell Hammett. Al igual que Kurosawa el perfil cruel y despiadado del protagonista del principio deja lugar para una posterior redención.