Comedia en la que un niño/adulto pierde su bicicleta y hace un viaje a través de los Estados Unidos para recuperarla. Ya en su ópera prima Burton es capaz de subvertir los roles del personaje (un freak absoluto), de la historia (mínima) y de la puesta en escena (cartoon). La película es suficientemente inocente para no ofender a nadie y sutil para colar críticas al consumismo y al individualismo.