Cuento de terror en el que un estudiante de arte ayuda a una chica que sufre una rara patología del sueño y es acosada por un asesino en Los Angeles. Luego de su acertada participación en la serie Masters of Horror (2005-2007), William Malone quiere confirmar su status de maestro del horror con una película ambiciosa, autofinanciada y medianamente original, pero se queda a mitad de camino. Más allá de la sugerente relectura del tema de la bella durmiente, de un excelente arranque y de las algunas atractivas ideas visuales y narrativas, la película queda presa de la falta de variantes en su parte final. Tampoco ayuda el inexpresivo Dylan Purcell como protagonista, el tono de la actuación de Jeffrey Combs como el detective y la caracterización del asesino hipnotizador de Patrick Kilpatrick. El diseño visual inspirado en la obra del pintor polaco Zdzisław Beksiński se pierde en unas escenas de pesadilla y en unos flashbacks de la niñez del protagonista que poco agregan al engranaje del film.