Drama en el que dos mujeres asaltan a los samuráis heridos en Japón en el siglo XIV. Hay cierta visión progresista del sexo que se sostiene en los planos del viento (naturalidad) y la repetición de las acciones (asaltos y escapes en la noche). La película no entra en lo sobrenatural hasta el final, pero igualmente puede considerársela como uno de los mejores films de terror de la década de 1960. La máscara del monstruo resulta inolvidable.