Drama en el que un criminal es encerrado en un psiquiátrico en Oregon en 1963. Además del show unipersonal de Jack Nicholson, la excelente dirección de actores de Forman y un tema delicado tratado con humor, el film está atravesado por un comentario político sexual de la época. Con algo de Bergman, Bresson y el cine de la Europa del Este, Forman es uno de esos sigilosos ladrones.