Thriller en el que un hombre encerrado en una habitación por quince años busca a la persona que lo puso ahí en Seúl. Segunda parte de la trilogía de la venganza. Park Chan-wook conjuga la forma (historia, guión, estilo, puesta en escena) con temas de fondo (culpa, perdón, memoria, tiempo) de manera perfecta. El film termina estableciendo un vínculo afectivo de fondo entre los personajes y las acciones. El gran mérito de la película de Park es arribar al clímax y asumir el pasado al mismo tiempo. Pero aun así no llega al sentido de la venganza. Lo que trata de hacer es romper las reglas, pero como el tema ya está un poco gastado, trata el fracaso como resignación de la incapacidad de asumir. Palma de Oro en Cannes 2004.