Aventura en la que tres convictos se fugan de la cárcel y van en busca de un dinero en el sur de Estados Unidos en la década de 1930. El film está construido a partir de referencias explícitas a La Odisea (el viaje de vuelta a casa, el pasaje de las sirenas) y a Sullivan’s Travels (1941) por el título del film. El marco histórico (la depresión) condiciona de sobremanera a los personajes y a las situaciones (hay lugar para políticos corruptos, policías violentos y el Ku Klux Klan). Aun así, la aparición de personajes extravagantes (el vendedor de biblias, el dueño de la radio) y de situaciones que detienen el tempo narrativo (los bautismos en el río, el episodio de las sirenas) es constante. La mirada a los personajes que emprenden la fuga es simpática y amable, sin descuidar la distancia y la ironía. El film es una fábula excéntrica. Agrega un personaje histórico, “Babyface” Nelson, y una secuencia de asalto a un banco, por si faltaba más. En la trama va cobrando importancia lo religioso (la culpa, el perdón y la piedad) y lo sobrenatural (la transformación en rana), pero los Coen no se lo toman muy en serio. La resolución es un poco dilatada y arrítmica, pero está rematada por una inolvidable explosión de agua.