Musical en el que un grupo de jóvenes bailan en las calles de New York. La película adapta un ballet de Jerome Robbins de 1958 en escenarios reales. El film es una exploración del cuerpo (en constante movimiento), de la música (con la partitura original), de la arquitectura (en espacios cualquiera), de la juventud (la inquietud) y del cine (la asociación de imágenes) que no necesita de diálogos ni de argumento para expresarse.