Comedia dramática en la que un hombre sometido por su esposa dispone de dos días libre cuando ella se va de viaje en Tokyo. En apenas 52 minutos Imamura cuenta una pequeña anécdota levemente picaresca, pero que no puede superar el tono de sátira fácil. El uso del scope le queda grande a la historia. Las escenas en la playa tropical imaginadas por el protagonista no son muy afortunadas (y no solo porque pintan de negro a la actriz japonesa con la que fantasea).