Comedia de terror en la que tres tímidas estudiantes universitarias invitan a unos compañeros a una fiesta en su departamento y se convierten en demonios en California. El film se divide en tres partes bien diferenciadas: la comedia en el que retrato de nerds resulta irresistible, el segmento erótico con desnudos gratuitos por todas partes y el terror, o más bien parodia del terror, con la aparición de un exorcista. En las tres brillan el trío de actrices, no sólo por sus cuerpos. DeCoteau demuestra que se siente cómodo con presupuestos inexistentes y es mucho más inteligente de lo que parece. Lo que lo confirma como un digno heredero de los films de Roger Corman.