Policial de acción en el que un policía de origen montañés investiga el asesinato de su hermano en Chicago. Aún pese a la previsibilidad de la historia, de los maniqueísmos, del pedestre concepto de la venganza y de la violencia semi caricaturesca, el film no es del todo despreciable. La puesta en escena de John Irvin tiene cierta transparencia clásica. El villano está bien interpretado por Adam Baldwin (no relación con los hermanos). La trama indaga en cuestiones familiares a ambos lados. Y las escenas ambientadas en el pueblo del protagonista transmiten inquietud.