Drama en el que una chica de New York se separa de su novio e inicia un viaje por Estados Unidos. Después de alcanzar la cumbre con In the Mood for Love (2000), Wong Kar-wai tal vez llegó al mismo lugar que Fellini en su momento: su mundo personal se convirtió en la norma. En ese sentido, su excursión en América puede interpretarse como un retorno a la simpleza o un nuevo comienzo, pero como siempre cargada de estilo. Algunos cambios como la fotografía más preciosista de Darius Khondji, un único personaje que guía el relato y el uso del formato panorámico tal vez no lo favorezcan en este caso, pero el cambio resultaba necesario. Por momentos, la mirada del extranjero a América recuerda al primer Wim Wenders y algunos estilismos como la alteración de la velocidad de la cámara resultan inoperantes. Pero todavía conserva la capacidad para emocionar a través de las cosas más simples, de conducir el relato como un puro estado de ánimo y dejar en lo no dicho lo más importante. Si bien parece que las virtudes actorales de Norah Jones no dan la talla y su personaje va achicándose con el paso de la película, también es cierto es que están en función del proceso de aprendizaje y relativización que experimenta. Tal vez la película sea más apreciada con el paso del tiempo y revalorizada por el contexto en que se realizó.