Melodrama en el que una pareja se reencuentra 20 años después de una relación que tuvieron en las costas de Boulogne. Resnais continúa la indagación de sus anteriores films sobre el tiempo, la memoria y los recuerdos, ahora con una complejidad superior en la estructura narrativa, un montaje fragmentado por momentos desconcertante y una gran utilización de los colores. Lo mejor resulta el fascinante contraste entre lo nuevo y lo viejo, lo moderno y lo antiguo en todos los detalles de la puesta en escena. Las posibles interpretaciones escapan los límites de estas líneas (los personajes pueden ser fantasmas) y requieren más de una visión (podemos estar viendo sin darnos cuenta dos historias paralelas).