Comedia dramática en la que un joven se muda a un pueblo con su mismo nombre, se hace pasar por psicólogo y atiende a un grupo de excéntricos pacientes en el estado de Oregon. Lawrence Kasdan regresa al terreno de The Big Chill (1983) y Grand Canyon (1991), pero esta vez el retrato de una pequeña comunidad, no una gran ciudad, facilita las cosas. Explora mejor dosificación de la información, el manejo del punto de vista del relato, la utilización y estética de los flashbacks. El dibujo de los personajes y el nivel de las actuaciones se sostienen en la impecable elección del cast: el semi desconocido Loren Dean, la oportuna llegada de Ted Danson sólo para fumarse un habano de sobremesa, Zoey Deschanel lleva al divan su colección de revistas de moda que la desvelan, el niño rico Jason Lee repleto de ideas no sabe qué hacer con ellas y la primera aparición de Hope Davis pálida en la puerta del consultorio parece Melora Walters recién salida del set de filmación de Magnolia (1999). Los atractivos temas de la película (las fantasías sexuales, el anonimato, las nuevas tecnologías) se resuleven en simples conversaciones distendidas. Kasdan es uno de los pocos directores intelectuales que todavía trabaja en Hollywood a finales de la década de 1990. Referencias sutiles a Lewis Mumford o William James no abundan por estos días en el cine industrial.