Drama en el que un compositor alemán de música viaja a Venezia y se obsesiona con la belleza de un chico en la década de 1910. Visconti hace cambios respecto a la novela de Thomas Mann (la profesión del protagonista para incluir música de Mahler, los flashbacks que acentúan el tono mental del relato) que no desmerecen al original. Porque la cadencia de los zooms en este caso no resulta molesta (visión alucinada de la belleza) y la génesis neorrealista de su cine todavía está presente (las escenas suspendidas en la playa).