Adaptación de la serie de televisión Mission: Imposible (1966-1973) en clave de superproducción de acción. De Palma no esconde las debilidades del guión (la búsqueda del típico disco con información comprometedora, el enigma con resonancias bíblicas, la tópica historia de amor y el clímax con el protagonista colgado del techo de un tren), y las potencia a través del planteo directo, poderosas elipsis y un ritmo trepidante. La película no pierde en ningún momento el formato de thriller y el constante juego de apariencias. Falla en el (supuesto) sentido de humor que intenta agregar Tom Cruise.