Comedia dramática en la que un obrero empieza a ascender en su empresa haciendo concesiones a la mafia de Torino. La película es una irreverente mezcla de sátira social, drama proletario e film de arte, ensayo y género. Una combinación que empieza a ser el sello distintivo del cine de Lina Wertmüller. En este caso llega a una indescriptible escena de sexo con una mujer gorda, graciosa y terrorífica a la vez.