Biopic del activista político gay Harvey Milk en San Francisco en la década de 1970. Luego de demasiada experimentación y film de arte y ensayo, Van Sant se repliega con su film más militante y abiertamente gay. Si bien ya no sorprende la intolerancia y el puritanismo a lo largo de la historia de los Estados Unidos, lamentablemente todavía es necesario recordarlo. Desde ya que la película ofrece la posibilidad a Sean Penn de lucirse para la academia con su forma de caminar, sus pequeños gestos y la sonrisa constante. Pero como drama (los personajes secundarios de sus amantes quedan desdibujados) film político (la fragmentación del discurso no ofrece variantes) o documento histórico (se crea enemigos muy fácilmente) queda a mitad de camino. Es una lástima que la visión materialista gay, con su poder político e influencia económica, rápidamente queda olvidada. Aún pese a la inteligencia en el tratamiento, es preferible el Van Sant ascético y minimalista que el panfletario.