Aventura en la que un gorila criado por una chica en África es llevado como atracción a Los Angeles. Resulta atractivo comparar este film con King Kong (1933). La depresión de la década de 1930 deja paso al incipiente consumismo de la década de 1950. El gorila es más pequeño y las fiestas más suntuosas. Schoedsack es uno de los mejores directores de aventuras del cine clásico de Hollywood. A través de la utilización del montaje, la elipsis y la profundidad de campo da una particular intensidad a la acción. Tampoco falla en el vínculo emocional (la igualdad de la pareja al principio), aunque el clímax es un poco over the top (niños, orfanato, incendio).