Drama que sigue a una estudiante de arquitectura y su grupo de amigos en Berlín durante el verano. Angela Schanelec compone una serie de planos y escenas, fijas y levemente conectadas, para tratar de acercarse al universo emocional de los personajes. Es una decisión difícil para el espectador, que si bien otorga atractivos hallazgos visuales en cuanto a la arquitectura del encuadre, en términos narrativos pierde vigor por la escasa conexión espacio temporal de las escenas. Por momentos recuerda a algunos de los planteos estéticos de Lucrecia Martel, pero le cuesta encontrar el corazón de la historia.