Comedia dramática en la que una maestra inglesa madre de un hijo adolescente recibe la visita del padre con una valija de dinero en Los Angeles. Guión de Neil Simon. Simon y Ross tratan de repetir la fórmula de I Ought to Be in Pictures (1982), pero los equívocos y el tono de fábula resultan un poco forzados. En consecuencia el esquema pierde consistencia. La película parece una sitcom en la que sólo faltan las risas grabadas, desperdicia las situaciones, los personajes y a Donald Sutherland.