Drama en el que una joven desencantada en pareja cae en la locura en Paris. Philippe Garrel completa su segundo largometraje apenas a los 19 años de edad con una evidente influencia de Godard en la fotografía en blanco y negro, en la utilización de la música y en la ruptura de la diégesis. El film no deja de ser un testimonio de primera mano de una juventud desencantada a partir de las relaciones de pareja condenadas y de un mundo laboral sin posibilidades. Un año antes del mayo de 1968.