Melodrama en el que un playboy millonario trata de ayudar a una mujer que quedó ciega por su culpa en California. Sirk lleva al extremo las coincidencias fatales de la trama y las contracciones del guión. Conduce el film con igual dosis de ironía y refinamiento visual. Demuestra que no existe argumento lo suficientemente rebuscado o gratuito para su estilo.