Drama en el que una adolescente intercambia correspondencia con un prisionero en una costa de Francia durante el verano. El debut como directora de Preuss es un ejercicio minimalista que explora el paisaje como estado emocional de los personajes. Un romanticismo paisajista puede llamarse al uso de la prisión, la isla, las rocas, el césped y el mar, pero el bosque también es interior. Los recursos de la cámara al hombro siguiendo el deambular de los personajes han sido explorados suficientemente en el cine contemporáneo, pero aquí adquieren un aire más libre y anti narrativo que de costumbre. Es un amor puramente ideal, en el cual los personajes ni siquiera se han visto.