Mezcla de comedia y western en la que una cantante y un pistolero llegan a un pueblo de New Mexico en busca de un tesoro. Pese a que la trama carece de importancia, Bartel respeta cierta tradición del género, desde el formato panorámico hasta algunos arquetipos del spaghetti western. Su dilema como director es que es demasiado exploitation para ser mainstream y demasiado mainstream para ser exploitation. Divine demuestra que su presencia escénica no es exclusiva de los films de John Waters.