Comedia dramática en la que un cantante decadente y un futbolista retirado comparten el mismo nombre en Italia en la década de 1980. Sorrentino monta dos historias paralelas con la expectativa que en algún momento se junten. Pero el film se mantiene firme en su postura de no cruzarlas y en caída de sus personajes. Lo que queda es un uso distanciador de la música y la buena labor de la pareja protagonista que hacen del film una pequeña curiosidad que niega cicatrizar sus heridas.