Comedia en la que un soldado ruso está enamorado de su priman durante las invasiones napoleónicas en el siglo XIX. La primera etapa de Allen tiene una inventiva y energía, ya sea en los movimientos de cámara, el montaje, el ritmo de los gags, los chistes y los diálogos que resulta inigualable. En el recuerdo quedan las discusiones rebuscadas y el entrenamiento del clown, así como las parodias al cine de Eisenstein y de Bergman (¿a quién se le ocurriría semejante idea sino a Woody?)