Western en el que dos pistoleros americanos son contratados para proteger el transporte de oro en Argentina en el siglo XIX. El film es una parodia forzada. El sentido del humor se vuelve involuntario. El costado ideológico no puede ser más repugnante: los personajes defienden el oro de los poderosos (y si son extranjeros, mejor). Hay una única idea (desaprovechada): las apariciones fantásticas de los ángeles guardianes.