Comedia dramática en la que cuatro amigos adolescentes se reúnen en el kiosco donde trabaja uno de ellos en Madrid. Ferreri pasa sin dificultades del naturalismo al costumbrismo a partir de situaciones como la salida con chicas frías y personajes como el aspirante a torero. Pero se extraña la pluma de Rafael Azcona para agregarle algo humor negro y crueldad. El film se queda sin centro gravitacional y cae en la dinámica episódica.