Comedia dramática en la que dos apostadores de New York escapan al pago de una deuda y van a probar suerte con lo último que les queda a Las Vegas. Más allá de la premisa atractiva, en este caso Ashby pierde el toque mágico ya sea por la convencionalidad del guión, los personajes pobremente definidos o los retoques del estudio en la sala de edición. Pero ni la puesta en escena ni la utilización de la música lucen tan inspiradas como otras veces.