Comedia dramática en la que un director de cine pretencioso tiene dificultades para filmar su segunda película independiente en New York. DiCillo ensaya una versión americana de La nuit américaine (1973) con el mismo aire tragicómico. Pero reduce el arco de la historia al rodaje de sólo tres escenas bien concretas. De esta manera suspende el tempo narrativo y su film transcurre con fluidez. Katherine Keener abona las razones de Truffaut para hacer cine, pero los sueños y pesadillas que rompen con el esquema realista de la acción dejan al resto de los personajes como maquetas.