Drama en el que un marinero hace una parada en Ushuaia y busca a la madre que no ve hace años. Alonso hace otro de sus viajes silenciosos, solitarios y melancólicos, esta vez con el blanco de la nieve de fondo. La duración de los planos le da al paisaje una resonancia que de otro modo no tendría (ver la aparición del mar cuando el protagonista sale a la cubierta del barco). La cámara siempre mantiene una distancia prudencial hacia el protagonista. Hay una leve panorámica que anuncia el devenir narrativo del film: cuando uno de los compañeros de viaje se baja del camión que los lleva, la cámara gira hacia el costado de la ruta y se queda contemplando los árboles del bosque mientras el camión continúa su marcha. Más adelante, cuando el protagonista, luego de ver a su familia, regresa al barco, la narración se queda en el pequeño pueblo en el mismo estado de suspensión.