Drama en el que un aristócrata que engaña a su esposa no soporta que ella quede embarazada de otro hombre en Italia a fines del siglo XIX. La lucidez de Visconti y las resonancias actuales de la historia hacen que sea uno de los films que mejor combina lo analítico y lo afectivo. La película dispara reflexiones sobre el bien y el mal, la inocencia y la culpa, lo natural y lo artificial. El hombre que no cree en la culpa no puede ser acusado, aunque termine siendo víctima de su doctrina.