Cuento de terror en el que una estudiante toma un trabajo como asistente de un doctor que experimenta con monos en una casa de campo en Inglaterra. Franklin logra establecer el clima y el escenario a partir de la pirotecnia visual (grúas, travellings, contrapicados) y de pequeños indicios de la complicidad y violencia de los monos. Pero después traiciona el punto de vista. Cuando el mono empieza a matar, no lo muestra para tratar de generar suspenso artificialmente y todo se derrumba.