Drama en el que una pareja de hermanos tiene una banda de rock & roll en Cleveland a la vez que están distanciados de sus padres. Schrader, muy fuera de su elemento, nunca encuentra la raíz del conflicto que guíe la historia. Lo que arranca como una road movie musical deriva en una serie de reproches y culpas ajenas. La puesta en escena es demasiado refinada para los conflictos tan banales. Michael J. Fox deja claro que es un actor de comedia, no una estrella de rock. Tal vez el film es un intento fallido de actualizar el melodrama a la década de 1980 o de humanizar la mirada hacia el mundo del rock. O tal vez hubo demasiadas tijeras del estudio, porque a la película no tiene nada de sexo, drogas o rock and roll.