Comedia dramática en la que un millonario hace la apuesta de pasar un mes sin dinero en Estados Unidos. La premisa está en el terreno de Trading Places (1983), pero el tono varía de la tragicomedia a la sátira absurda, incluso seria. Es una lástima que Brooks desperdicie apuntes sobre la locura con el final conciliador. Porque todavía acierta en algún gag visual mental: los abogados quietos, el número musical y, sobre todo, la escena que después tomaron los hermanos Coen en The Big Lebowski (1998).